Hay días que sueño con ser
un pájaro
y observar el mundo
planeando sobre el.
Otros, en cambio,
me gustaría ser pez
y recorrer los océanos
para descubrir los
misterios
que se esconden
bajo sus aguas.
¡Cómo disfrutaría siendo un
perro!
ajeno a todo
cobijarme bajo la sombra de
un árbol
oliendo atardeceres.
Pero solo soy un hombre,
que vuela en sueños
nada a contracorriente
y nunca, nunca
encuentra la sombra perfecta.