FERNANDO DE LA CALLE MEDRANO

Fernando de la Calle Medrano nació en Madrid en 1991. Desde entonces reside en Villaviciosa de Odón, a las afueras de la capital. Graduado en Química por la Universidad Complutense de Madrid, compagina su vida como escritor con su trabajo como químico dentro de la industria farmacéutica. En 2013 publicó su primera novela, Las Muñecas Rotas, seguida de Alexitimia: la imposibilidad de decir te quiero (2014). Un año después presenta Mochilas de Papel, su primer poemario, al tiempo que publica nuevas historias en diferentes redes sociales como Instagram. Actualmente se encuentra trabajando en lo que será su próximo trabajo, Definitivamente, tú.

ENTREVISTA:

1.-¿Por qué y para qué escribe Fernando De La Calle Medrano?

Escribo por y para mí. Únicamente. "Por" porque lo necesito. Escribir me da vida, me permite expresar en palabras todo lo que sería incapaz de decir en voz alta. Crear mundos en los que puedo disfrutar de sensaciones que, posiblemente, la vida no pueda proporcionarme. "Para" para poder desahogarme. Aunque también escribo novela es la poesía la que me permite plasmar en un papel todo lo que siento, casi a modo de terapia. Al final son sentimientos y vivencias que todos compartimos alguna vez en nuestra vida y eso es lo que hace que el público se sienta tan identificado con mi trabajo.

2.-¿Tienes alguna manía a la hora de escribir? ¿Alguna rutina establecida o te basas en la inspiración del momento?

No tengo ninguna manía. Escribo por placer. Establecer alguna rutina sería forzar las palabras y no quiero convertirlo en un trabajo. Es ocio. Por eso prefiero escribir cuando me sale, cuando me viene algo a la cabeza y lo que empieza con dos palabras se convierte en un poema o incluso un libro. Escribo explosiones que tienen lugar dentro de mí. Y es imposible saber cuándo una de esas bombas va a explotar, por eso no me gusta establecer horarios ni manías. La escritura es libre.

3-Describe la poesía en una frase o qué palabra describe mejor la poesía para ti.

Para mí la poesía es romperse por completo y volver a reconstruirte usando las palabras como puntos de sutura.

4-Háblanos sobre tu libro " mochilas de papel"

"Mochilas de Papel" es mi último libro publicado y mi primer poemario como tal. Hasta el momento me he dedicado a la novela aunque también he escrito algún que otro libro que mezcla narrativa y micropoesía, pero este es el primero dedicado al verso por completo. Es un libro que además recoge ilustraciones de un gran artista como es Manuel Rocamora (@manuel_rocamora en Instagram) y poemas escritos en colaboración con grandes poetas como Esteban Belmonte, Carlos Miguel Cortés e Irene Nómada (ganadora de la primera edición de The Edgar Alan Poets) entre muchos otros que ya se han convertido en amigos.

En definitiva, un libro para disfrutar en cualquier momento y situación de tu vida pues estoy seguro de que habrá un poema para cada estado de ánimo.

5.¿Se escribe como terapia personal? ¿son los conflictos internos una fuerza creadora?

En mi caso diferencio entre géneros. Escribo novela por el mero hecho de divertirme creando. Es interesante darle vida a tus propios personajes, que sus vivencias y crecimiento personal dependa únicamente de ti. Me lo paso realmente bien sometiéndoles a situaciones que a mí me habría gustado o no vivir. Un libro es tuyo y puedes hacer lo que quieras con él.

Sin embargo, escribo poesía cuando necesito desahogarme o contar algo que me está arañando por dentro. En este caso sí que uso la escritura a modo de terapia personal.

6-¿En qué estás trabajando o que proyectos tienes en mente en estos momentos?

Actualmente he vuelto a la novela. Estoy terminando el primer volumen de lo que será una serie de tomos que conformarán entre sí una única historia centrada en la relación inesperada entre dos hombres. No quiero desvelar mucho más de ella porque traerá muchas sorpresas pero sí puedo decir que será muy diferente a todo lo que he escrito hasta ahora. El primer volumen se publicará en Noviembre.

Además de ello sigo publicando breves poemas en mi cuenta de Instagram (@raven_23_) y preparando ya la segunda edición de The Edgar Alan Poets tras la gran acogida entre el público que ha tenido (www.theedgarallanpoets.wordpress.com).

7. Y por último, ¿ qué consejo darías a aquellos que están comenzando?

Que no escriban para los demás. Que escriban para si mismos sin importa el género o lo que puedan pensar los demás. Escribir es de las pocas cosas que hoy en día son gratis y reportan tanto a nivel personal. Da igual que tu nombre llegue a sonar o no entre el público, lo importante es disfrutar haciendo lo que realmente te gusta.

UN POQUITO DE SU OBRA:

CIENTO OCHENTA DÍAS

Llevo toda la mañana
buscando el vuelo más barato
a la esquina de tu cama.

Y cuando por fin lo encuentro
me doy cuenta de que tengo 
el pasaporte caducado.
No lo digo por la fecha,
es que en la foto salgo sonriendo. 

Han pasado ya seis meses
desde que compraste 
aquel billete de ida.

Y yo, como si fuese el renglón
más torcido de Dios,
como el loco más cuerdo
creado por Luca de Tena,
sigo enviando billetes de vuelta
a todas las direcciones de Madrid
con la esperanza de volver a verte
llamando a mi puerta.

Mi almohada te echa de menos
y yo no sé qué más decirle
para que deje de recordarme tu olor.

Tú más que nadie sabes que 
no creo en estas cosas,
pero cada vez que sueño contigo 
me lo callo por si así se hiciese realidad.

Y ya llevo callado más de
ciento ochenta días.

Puede que fuese un error.

Que nunca debiésemos estar juntos.
Pero hay errores que merecen la pena
si así das con la solución.
Y juntos hemos resuelto 
todos los problemas.

Ahora que no estás no sé
qué hacer para despejar la x.

Ni cómo resolver el teorema de Pitágoras
si me faltan lados en todos los triángulos.

Por más que lo intento 
no logro saber en qué punto exacto 
se encuentran el tren que va 
a doscientos kilómetros por hora
y el que va a doscientos cuarenta.

Cada vez que despejo la ecuación
me sale que circulan en 
dirección contraria.

Quizá va siendo hora
de que me olvide de ti.
De intentar que los trenes
se encuentren a mitad de camino
si tú te bajaste del mío.

Quizá es un buen momento,
porque ya no hay otro,
de que el último sobre
con el último billete de vuelta
lo envíe a la última dirección
que me falta.

Mañana habré recibido una carta.

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DEVUÉLVEME A LA CAVERNA 

Me muevo en círculos porque
resulta más sencillo que 
caminar en línea recta.

Porque de ese modo 
perderse tiene justificación 
siempre que no deje 
migas de pan por el camino.

Si Hansel y Gretel se ríen de nosotros
es por empeñarte en vender señales de humo 
al precio de las cenizas de un Ave Fénix;

y yo ya no sé resurgir 
con la llama de otro mechero
que no sea el de los Rolling Stones. 

Ése que guardabas en el bolsillo 
de tus vaqueros y encendías para 
quemar mi guitarra cuando 
no hablaba de ti.

El mismo con el que me quemé
cuando te pedí que me abrazaras.

Vuelve, 
y hagamos homenaje 
a la prehistoria.

Si dos piedras hacen chispas,
tú y yo acabaremos incendiando 
la habitación entera.

Aprieta las cadenas 
y hazme prisionero de la mentira 
más real de todas.

Esta noche quiero enamorarme de 
la primera sombra que se refleje en la pared 
y tenga tus ojos,
tus labios,
tus manos,
tus setenta y ocho lunares,
tu ombligo,
tus mejillas sonrosadas,
tu marca tras la oreja,
tus ciento tres pestañas,
tu risa,
tu voz,
tus manías raras,
tu pelo,
tu cintura,
tus cuarenta curvas,
tu sexo en retirada.

Así que ven.

Aprieta las cadenas y 
devuélveme a la caverna.

Que si tú eres mito

yo seré tu mejor leyenda.