jueves, 29 de diciembre de 2011

RENDICIÓN

A MAYTE ALBORES GRAN POETA Y AMIGA.

Como el viento,
susurro que hielas mis palabras
crucificando mi aliento,
amores impuros,
bastardos hijos del engaño
raíces muertas, del árbol de la vida.

Fugaces, estrellas que habitan
mi corazón, en coma irreversible,
solo la presencia de la soledad
aviva la llama
que incinera mi esperanza.